Durante esta semana para continuar con el tercer taller, tenemos que narrar tres situaciones en las que me encuentre on line y tres en las que me encuentre off line. También, hemos leído un artículo de Morozov, E. (2017) y que comentare al final.
Voy a empezar con off line. Cuando estoy en cine estoy off line y debería ser lo normal, pero hace unos días fui al cine y me percate de que hay personas que no desconectan de su móvil ni siquiera cuando están en el cine. Me pareció curioso porque antes de empezar con los talleres de la asignatura no me hubiera fijado en eso, pero ahora soy más consciente de como las nuevas tecnologías afectan nuestras vidas. Me parece increíble porque cuando uno va al cine es porque tiene interés en ver una película y si no te gusta o no te apetece verla no vas. Eso es lo que yo pienso, pero parece ser que hay gente tan enganchada que no puede apagar el móvil o dejarlo en silencio y dedicarse a ver la película. Yo por el contrario desconecto de mi móvil totalmente y no lo miro hasta que no llego a casa.
La segunda situación cuando estoy off, es cuando estoy comiendo con mi familia, pues para mí son momentos únicos que debo aprovechar al máximo. Aun así ocurre que mis hermanos son menores y no piensan como yo. Ellos por el contrario se dedican a mirar el móvil y mi madre y yo les echamos la bronca porque nos parece una falta de respeto y creemos que la hora de la comida es el momento para compartir nuestro día a día con los demás.
La tercera situación off line, es cuando salgo a cenar con mi pareja, aunque él no haga lo mismo. Pues también coge el móvil mientras estamos juntos y eso me molesta mucho. Aunque se lo digo a menudo siempre lo hace. Pero esto no solo me pasa con mi pareja, sino con mis amigas también. Cuando quedamos suelen estar mirando el whats up u otras cosas en el móvil. También les digo que si quedamos es para hablar porque casi no las veo. Sin embargo, es inevitable este tipo de situaciones. La gente está más pendiente de su móvil que de compartir su tiempo con los amigos, familiares, etc. Pienso que no es beneficioso para la sociedad, pero esperemos que no vaya a más y terminemos solo relacionándonos a través de las redes y nuevas tecnologías.
En lo que respecta a las situaciones on line, la primera situación es cuando estoy en casa y me conecto para realizar trabajos de la universidad, para entrar a egela y ver el contenido de las asignaturas, mirar el correo o para conectarme a drive que es donde normalmente guardo mis trabajos. Creo que es cuando más tiempo paso en el ordenador porque de lo contrario no me suelo conectar a no ser que tenga que hacer alguna investigación.
La segunda situación on, ocurre cuando voy en el bus y uso el móvil para escuchar música, ver conferencias de TED o para mirar o enviar los mensajes. No el móvil demasiado porque prefiero dedicar ese tiempo del viaje en el bus para leer artículos o descansar. Algo que siempre he cuestionado es que en mi país la gente que se siente a tu lado conversa contigo, te hace preguntas o te cuentan cosas. Sin embargo aquí no sucede lo mismo la gente va mirando el móvil, el ordenador o viendo videos y escuchando música. Aun así, entiendo que no todo el mundo se siente cómodo hablando con un desconocido, pero para mí es algo enriquecedor y pienso que cuando se viaja en bus es un buen momento para conocer otras personas, otras culturas y formas de pensar.
Y la última situación on line es en los momentos que no estoy haciendo nada, es decir, ni estudiar, ni trabajar y recurro al móvil para mirar las redes sociales. No soy de las que publica mucho contenido, pero si miro lo que publican mis amigos. De esta manera me entero de las cosas de Colombia, de mi pueblo, de mis amigos de la infancia y de mi familia. Aunque admito que hay videos o fotos que la gente publica y prefiero no mirar. Pues creo que hay cosas que ocurren que no se deben publicar para proteger la identidad y privacidad de las personas. Tampoco me parece bien que se utilicen para proferir insultos y sobre todo creo que no se debería publicar tanto contenido de niños y de niñas, pues las redes son muy útiles, pero a la vez peligrosas.
Morozov, E. (2017) habla sobre la reforma laboral que se ha llevado a cabo en Francia y que reconoce el derecho de los trabajadores/as a desconectar, pues según Teruel, A. (2017), las nuevas tecnologías han cambiado el sistema laboral y hoy en día se puede trabajar a distancia. Pero tiene consecuencias negativas porque las empresas ya no respetan las horas de descanso de sus empleados y les envían constantes mensajes o correos, incluso el fin de semana o durante las vacaciones. El problema es que para cumplir con la ley los empleadores y empleados deben llegar a un acuerdo para limitar los mensajes y correos fuera de las horas de oficina.
Por otro lado, como indica Morozov (2017), los bancos, las compañías de seguros y las autoridades de inmigración se aprovechan de la conexión, pero que si llegáramos a desconectar habrían consecuencias sociales y económicas. De la misma forma, considera que unas empresas pierden con esta reforma, pero al mismo tiempo, otras como Facebook y Twiter se benefician porque la gente tendría más tiempo para conectarse a estas redes.
Sin embargo, lo más triste es que el derecho a desconectar se ha convertido en un servicio y cada vez hay más empresas que servicios para la desintoxicación digital. Según Catalan, E. (2016) en estos unidos ya existen campamentos de verano que ofrecen sus servicios a aquellos adultos adictos al móvil y además tecnologías. Por otra parte, continuando con Mozorov, el derecho a desconectar no se aplica a la gig economy, (plataforma digital a la que se inscriben contratistas independientes, conductores de Uber o mensajeros) porque para que la gente pueda obtener buenos ingresos tiene que estar disponible a tiempo completo y realizar largas jornadas de trabajo. Aquellas personas que no cumplen con estos requisitos tiene la desventaja de afectar su reputación e incluso de poder ser suspendidos. Es por ello que la nueva reforma no es coherente para las personas que trabajan con este tipo de ámbito económico. Puesto que siempre tienen que estar disponibles.
En fin que esta reforma con la que no estoy de acuerdo, no tiene ningún sentido. Porque para eso se establecen las jornadas laborables, para que podamos descansar y dedicar nuestro tiempo a libre a nuestras cosas personales o hobbies. No para tener que estar pendiente de que tu jefe te llame fuera del horario laboral. Pero es verdad que esto ocurre, os voy a contar una experiencia vivida en mi clase de euskera. Un día durante la clase a una de mis compañeras le ocurrió que la llamo su jefe y ella le contesto, pero como si fuera poco, se le corto la llamada y ella estaba preocupada porque él pudiera pensar que ella le había colgado. A los pocos minutos la volvió a llamar y ella le volvió a contestar. Yo le dije que si fuera yo no le hubiera contestado porque ella no estaba en su jornada laboral y que su jefe debía respetar eso. Además, estaba interrumpiendo nuestra clase porque no había quitado el sonido al móvil. Pero al parecer era muy normal que su jefe la llamará o le escribiera en cualquier momento.
Os dejo las referencias por si queréis saber más sobre este tema, pues me parece muy interesante y creo que nos afecta a todos/as.
Catalan, E. (1 de julio de 2016). Destinos de vacaciones para poder dejar de ser un “yonqui” del móvil. El País. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2016/06/30/tentaciones/1467299946_259765.html
Morozov, E. (24 de febrero de 2017). La ilusión de una vida sin internet. El País. Recuperado de https://elpais.com/tecnologia/2017/02/24/actualidad/1487959938_635412.html
Teruel, A. (3 de enero de 2017). Francia reconoce el derecho a desconectar del trabajo. El País. Recuperado de https://elpais.com/tecnologia/2017/01/03/actualidad/1483440318_216051.html
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